Algunas de las enfermedades que afectan a los perros son zoonóticas, es decir, pueden transmitirse al hombre, como sucede con la rickettsia.
Torrecillas explicó que debido a las lluvias, el parásito se reproduce de una manera exponencial, pues cada bicho puede poner por lo menos cien huevecillos y el tiempo de incubación de estos es bastante corto, lo que significa un problema serio en el municipio.Ante la problemática, el Colegio de Médicos Veterinarios recomendó a los departamentos de Ecología y Zoonosis realizar recorridos por las calles y recoger a partir de octubre a todo perro que ande suelto, independientemente de si trae o no puesto su collar o placa, para trasladarlos al antirrábico.
Una vez en el Centro de Zoonosis, los canes serán sacrificados si sus dueños no acuden a reclamarlos en un plazo menor a quince días, ya que el espacio no es lo suficientemente amplio para albergar y mantener a tantos animales.
“Perro que se encuentre en la calle, perro que se tiene que llevar para minimizar y controlar; es una forma en que nosotros debemos ir cambiándonos este chip, esta mentalidad. Estamos acostumbrados a ver a los perros en las calles y justo ahí ellos son los principales portadores de estas enfermedades que pueden acabar con la vida de una persona”, reiteró el funcionario.
Igualmente, dijo que se fumigarán los domicilios de las familias de pocos recursos económicos y de todas aquellas que lo soliciten, a fin de frenar la proliferación de garrapatas en la ciudad.