Miriam Soto expresó su respeto por los usos y costumbres de la etnita rarámuri, de cuyos integrantes, dijo, son importantes para su administración, pues cuando una comunidad sale adelante también lo hace el municipio de Meoqui.
La presidente municipal recordó que desde hace años el gobierno municipal ha estado trabajando con los indígenas, a quienes agradeció por su disposición, destacando que esto es importante para atender las problemáticas de la comunidad.
Mencionó también que la recién electa “Siríame” estaba a cargo de la cooperativa Napawika, por lo que expresó su convicción de que hará un buen trabajo como dirigente del asentamiento rarámuri.
Javier Ronquillo, director de Derechos Indígenas de la Secretaría Para Pueblos y Comunidades Indígenas, comentó que fungió como observador y facilitador para que los sistemas normativos y la autodeterminación de las comunidades del estado de Chihuahua sean una realidad.
Manifestó que la deuda histórica con las etnias indígenas es una realidad que involucra a la sociedad civil organizada, al empresariado y al gobierno, quienes tienen la responsabilidad de mantener la gobernabilidad, la paz y las comunidades organizadas.
Explicó que cuando las comunidades indígenas están organizadas, es la manera en que esa representación es tomada en cuenta por una sociedad mayoritaria, para poder atender las distintas necesidades.