Una familia salvadoreña de 7 integrantes, entre ellos una niña de 4 años de edad, que desde hace 2 meses salió de su país huyendo de la violencia y de la falta de empleo, llegó a este municipio desde hace 3 días y trabajan en los cruceros vendiendo artesanías que elaboran con latas de refrescos con el único objetivo de juntar por lo menos 6 mil pesos para trasladarse en autobús a la ciudad de Guadalajara en donde les ofrecieron empleo en campos.
“Hace 60 días salimos de El Salvador por la violencia, por las maras, no hay paz ni tranquilidad, pero no podemos hablar mucho de ellos porque por donde quiera que andemos siempre hay una persona de esa clica. Cuando en mi país se puso la mano dura a todos los rafleros los encerraron en una ciudad – barrio pero allá están las ordenes y los soldados que sí les decimos y que hay por todo el mundo de ellos”, expresó la madre de familia de aproximadamente 45 años.