Michelle Gómez Robles, alumna de maestría, explicó que se está realizando un manejo técnico para evaluar los costos de las distintas variedades de vid y posteriormente desarrollar un cultivo alterno, cuyos requerimientos hídricos sean menores al del nogal.
Señaló que buscan dar a conocer esta opción a los productores agrícolas, mencionando que el vino tiene mucha demanda y que anteriormente existía en el estado de Chihuahua la vitivinicultura, actividad que se está retomando.
Las variedades de vid con las cuales experimentan los estudiantes de posgrado tardan dos años en producir uvas, lo cual representa una ventaja sobre otros frutales que requieren de más tiempo para empezar a producir.
Igualmente, la vid es un cultivo que necesita mucha menos agua que otros frutales, como el nogal, pues las plantas se riegan solo durante cuatro horas cada tercer día. Asimismo, son más resistentes al calor y a las enfermedades.