Recordó que el año pasado el Monzón Mexicano contribuyó a que la presa se llenara y derramara excedentes, y se espera que este 2023 sea también de lluvias abundantes.
Marcial Márquez Gutiérrez, presidente municipal de Rosales, llamó por su parte a la unidad entre los usuarios de riego y a usar con responsabilidad el agua de la presa, pues el líquido pertenece a todos los habitantes de la región centro sur del estado y no sólo a los agricultores.
Señaló que del agua de la presa Francisco I. Madero dependen los productores agrícolas de los municipios de Rosales, Meoqui y Julimes, por lo cual reiteró la invitación a caminar en unidad, mientras que a los administradores del recurso hídrico les exhortó a actuar con justicia en su manejo.
Rubén Ramírez, jefe del Distrito de Riego 005, detalló que para este ciclo se aprobó por parte de la Comisión Nacional del Agua la extracción de un volumen de 1082 millones de metros cúbicos de agua de las presas La Boquilla y Las Vírgenes, lo que permitirá regar 28 mil 200 hectáreas de alfalfa, 13 mil 750 de nogales y otras tantas de maíz, cacahuate, chile y sandía.
Llamó a hacer un uso sustentable del agua, pues no porque la presa esté llena se puede desperdiciar el líquido vital.
Posteriormente, el personal técnico de la Conagua llevó a cabo las maniobras para abrir una de las turbinas que se encuentran debajo de la cortina, saliendo un chorro fuerte de agua hacia la caja del río San Pedro, de donde se derivó hacia el canal principal.
Cabe señalar que este año se regará una superficie de 93 mil 257 hectáreas en los distritos 113 y 005, con lo cual se espera haya un repunte en la economía regional tras dos ciclos restringidos a causa de la sequía.